Fran Rojo

1976 fue un año bisiesto. Evidentemente no puedo recordar que pasaba por aquellos días pero indagando en Internet me encontré algunas cosas curiosas. Así a bote pronto a todos se nos ocurre que en plena transición de lo que más se podía hablar en este país recién nacido a la democracia era de política, de libertad, de cierto miedo aún y de cautela sobre todo mucha cautela.

1976 fue el año del primer vuelo comercial de un avión mítico llamado Concorde que trasladaba viajeros a ambos lados del Atlántico a una velocidad supersónica y aquí en Asturias se inauguraba una gran infraestructura que comunicaba las tres grandes ciudades asturianas y que todos conocemos como la “y griega” (y que a día de hoy debe mantener el firme que echaron por aquellas fechas). En la tele, sí había solamente una cadena, se podía ver por primera vez una serie que se llamaba “Curro Jiménez” y en el cine se proyectaba una película de un genial Stanley Kubrick titulada La naranja mecánica. A los que sois al menos de mi edad y algunos más jóvenes os sonará el nombre de una niña llamada Nadia Comanecci que arrasaba en los Juegos Olímpicos de Montreal y a un tal Adolfo Suárez que se hacía cargo de la presidencia del Gobierno…

Era el día 26 de mayo y la yerba de la “güerta de Lín” llegaba por la cintura de Angelina que corría gritando para que Pepe fuera a buscar urgentemente a la comadrona. Mi madre joven y primeriza había calculado mal su resistencia y yo quería nacer en Villaverde. “Maktub” como diría el superventas Coelho, Fran asomaba la cabeza ante la atónita mirada de Pilar, mi abuela María y la propia Angelina que no tuvieron más remedio que actuar como buenamente pudieron para sacarme de allí. Un ombligo perfectamente atado con un hilo de los de los chorizos recuerda permanentemente a Pilar lo que fue aquél recién nacido de más de 4 kilos (cien menos que ahora 🙂 ) cada vez que me ve en la actualidad.

Ya pasó tiempo desde entonces… primero Pola, la escuela, luego Cangas y el instituto, Oviedo “pa la universidá” y tras casi tres años instalando aquel software de Asturví@ que ponía CajAstur a sus clientes de empresas por toda Asturias y con excusas como el efecto 2000 o el efecto Euro que tanto trabajo nos dieron a los informáticos… un fatídico (para la historia de este país, gran día a nivel personal) 11 M me contrataron para la Fundación CTIC. Primero para trabajar en el Telecentro de Pola de Allande y desde hace ya más de tres años en el Centro SAT de Cangas del Narcea desde el que trato de ayudar a las PYMES de la zona implantando nuevas tecnologías.

¿Será verdad eso de los ciclos en la vida? Pola de Allande, Cangas, Oviedo, Pola de Allande, Cangas… Ummm, no se, en cualquier caso ahora mismo desde este suroccidente asturiano al que me siento tan unido (¿será por lo de no querer ni ir a nacer a Oviedo? 🙂 ) pretendo reivindicar el protagonismo para las empresas y autónomos que día a día luchan por mantener viva esta zona de Asturias, el protagonismo de toda esa gente que desde cualquier tipo de entidad, asociación, administración… hacen que el resto de Asturias cada día esté un poco más cerca y que podamos competir con las mismas posibilidades con otras empresas que lo han tenido más fácil.

Ahora, aunque siguen siendo muy importantes, las comunicaciones ya no son solo grandes infraestructuras, ahora la gran infraestructura que iguala a todas las empresas es INTERNET y también aquí tenemos Internet.

Un saludo desde Cangas para todos y para todas.

FRAN