Quizá porque estamos planteando nuestra estrategia en el trabajo para el nuevo ejercicio o porque estoy haciendo un curso de gestión de la innovación tengo en mi cabeza algunos términos que sigo cuidadosamente en los canales de información por los que trato de aprender diariamente.
Algunas de esas alertas que saltan a la par en mi cerebro y en mi lector de RSS están relacionadas con términos como innovación, creatividad, tendencias… así que cuando vi esta noticia a través de Twitter enseguida tuve que pincharla y leer más. Ver noticia entera en Reuters

Mi curso de innovación calificaría esto como una innovación radical (y tanto que radical) pero sin llegar a estos puntos que solamente un genio como Ferrán Adriá del ámbito que sea puede llegar, todas las empresas cada una dentro de sus posibilidades debería tener presente el término de la innovación, esa innovación incremental (pasito a pasito) que aplicada a los productos y/o servicios, a los procesos, a la propia estructura organizativa o al área comercial suponga una mejora competitiva para la empresa.
Seguro tocará este año en más de una ocasión tocar temas similares en este blog, innovación y tecnología, un binomio que creo imprescindible en las empresas para afrontar las situaciones de crisis.
Mientras tanto «Ole tus … narices, Ferrán Adriá» y ánimo a todas las empresas a pensar en pequeñas innovaciones que son posibles (y necesarias) y se pueden conseguir sin necesidad de colgar como este grande el cartel de «CERRADO POR INNOVACIÓN»
A mi no se me ocurre qué mas se puede inventar, quizá por eso él es un genio de la cocina y yo una cocinillas aficionada 🙂
Me gusta cuando dice que el parón no es solo para crear, sino para disfrutar de la familia. Hay que tener los pies en la tierra y saber disfrutar de las cosas sencillas de la vida, para poder echar a volar la imaginación y mantener la ilusión por seguir trabajando día a día.
Gran post, jefe 🙂
HOLA FRAN
OLE POR ESE CURSO!!!
Las innovaciones radicales o disruptivas siempren llegan desde abajo y poco a poco profundizan en el sistema. La gestión del riesgo paraliza a los grandes.
De Adria, pues….conozco un poco el asunto y, la verdad, está «sin rumbo», es más bien una parada técnica.
Un abrazo